domingo, 8 de septiembre de 2013

Día Internacional del Periodista



El mundo rinde homenaje a la memoria Julius Fucik por su testimonio de vida y su legado de entereza ante sus verdugos. Reportaje al pie de la horca (1945) continúa inspirando a millares de periodistas comprometidos con un ejercicio riguroso de su profesión. En Nicaragua cada año se celebran diferentes actos donde se pasa revista a la situación que atraviesa la prensa nacional, las difíciles condiciones en que ejercen su profesión, las penurias y dificultades que viven los periodistas, sus desencuentros con el gobierno, los cierres de espacios, su decisión inquebrantable de continuar adelante, teniendo como norte al periodista nacido en la desaparecida Checoslovaquia (1903) asesinado en Alemania (1943) por huestes hitlerianas. El 8 de septiembre día de su ingresó a la posteridad fue consagrado como Día Internacional del Periodista. La celebración alcanza toda Nicaragua.

Rubén Darío 
La ocasión se vuelve propicia para celebrar también la herencia de decenas de hombres y mujeres que han ejercido el periodismo en las condiciones más adversas. Dentro de este contexto una de sus batallas más constantes sigue estando encaminada a conquistar una libertad de expresión sin condicionalidades, ni sujeción alguna con los poderes establecidos. Una lucha que todavía prosigue en el presente. El recorrido inicia desde los años anteriores a la ruptura del pacto colonial con España en 1821. Entre los más destacados alza su cabeza coronada de laureles, Rubén Darío, fundador de la crónica contemporánea. El andariego de encendidos oros dirigió y fue creador de más de una veintena de medios de comunicación. Un poeta metido al periodismo, un periodista fundador del movimiento modernista. Sus crónicas son un dechado de virtuosismo.

Rigoberto Cabezas
Pese a sus divergencias político-ideológicas, Rigoberto Cabezas y Anselmo Rivas, juntaron esfuerzos para lanzarse a la aventura de fundar Diario de Nicaragua, el 1 de marzo de 1884, fecha en que se celebra en Nicaragua el Día del Periodista. Cabezas, liberal, fue enviado al destierro, largo peregrinar que aún persiste. La periodista Silvia González, corresponsal de El Nuevo Diario en Jinotega, se vio forzada abandonar el país luego de recibir amenazas de muerte de simpatizantes del partido gobernante. En septiembre de 2011 salió de Nicaragua para evitar cumplieran su propósito. En octubre de 1884, Rigoberto Cabezas fue expulsado a Guatemala acusado por el presidente Adán Cárdenas (1883-1887) de conspirar contra los sagrados principios de la Libertad de Prensa. Un pretexto para librarse de sus críticas. Las desavenencias entre Cabezas y Rivas abortaron el proyecto. Diario de Nicaragua despareció porque Cabezas criticó a varios ex gobernantes de filiación conservadora.

El 1 de julio de 1915, Juan Ramón Avilés, fundó La Noticia. Liberal doctrinario logró que el diario bajo su dirección alcanzara un liderazgo indiscutible durante varias décadas. Una de las cualidades más notorias fueron sus editoriales. Publicados en la portada, con capacidad de síntesis, igual demostró Hernán Robleto en el diario Flecha. Bastaban seis a siete líneas para condensar su pensamiento. La oposición de Avilés al militarismo, su sentido nacionalista y su aversión al somocismo son notorios a través de los años que La Noticia estuvo bajo su dirección. En sus páginas brilló con luz propia Salomón Barahona López, mejor conocido por todos nosotros como Chilo. Caricaturista inspirado, creador de Panchito y la Rana. Sufrió el atropello somocista. Imperturbable prosiguió su camino demostrando que los poderosos sufren y malquieren a los caricaturistas.

Aunque Pedro Belli y Gabry Rivas fundaron el diario La Prensa (2 de marzo-1926), Pedro Joaquín Chamorro Zelaya, conservador, afianzó y dio continuidad al proyecto. La incorporación de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (1948) como codirector del diario, significó un giro sustantivo al que mantenía La Prensa. Desde el primer día renovó su compromiso editorial elaborando una especie de decálogo al que ajustaría el diario sus responsabilidad informativa. Condujo La Prensa durante 30 años hasta convertirla en un diario prestigioso, centro de impugnación al somocismo y primer medio en generar opinión pública en nuestro país. Cuando uno revisa su quehacer pareciera que nació escribiendo. Después de su trágica muerte se cumplió uno de sus más caros deseos: ser recordado como siempre lo deseó: como un periodista insobornable, combativo, llenó de júbilo. Ni las balas han podido acallar su voz. Sus lecciones gozan de una actualidad inusitada.

Danilo Aguirre y Pedro Joaquín Chamorro
En La Prensa capitaneada por Pedro Joaquín, Alberto Mora Olivares (AMO), desnudaba las tropelías del tercer Somoza. Creador de Nicasio, perturbaba el sueño del tirano. Dueño de un humor dulce introdujo la caricatura nicaragüense por nuevos rumbos. Lo suyo siempre fueron tres o cuatro viñetas, rompiendo con la tradición de recurrir a un solo cuadrito. En un relevo magistral llegaría Róger Sánchez Flores. Encumbró la caricatura nicaragüense internacionalizándola. Polidecto, su avispada creación, gozó del aprecio de los nicaragüenses. Tuvo el coraje de ratificar el carácter anti poder de la caricatura. Liberó sus demonios y se mofó del sandinismo, mostrando el filo cortante de sus trazos. La respuesta inmediata fue la censura. Sin embargo persistió. No se amilanó. En poco tiempo desplegó su ingenio y creatividad consagrándose como un avezado erotómano. Con su Humor erótico hizo que su maestro Rius siguiera los pasos de su discípulo.

Julio César Sandoval
La Mundial es impensable sin Manuel Arana Valle y Julio César Sandoval. El visionario y el poeta conjugaron talentos. El primero creando el sistema más completo de repetidoras a lo largo del país y el segundo levantando sobre roca maciza el cuadro dramático que hizo de la Mundial la emisora más escuchada del país. La número uno en todo, rezaba su eslogan. Manuel Arana se percató que si quería trascender en el mundo de la radiodifusión, no le quedaba otra alternativa que salir de Granada. El fundador de Radio Sport (1943) y la Mejor (1947), antecedente inmediato de la Mundial, inauguró las transmisiones en amplitud modulada el 1 de marzo de 1948. Julio César Sandoval sigue siendo maestro de maestros. Nadie ha sabido modular la voz como lo hacía Sandoval desde los micrófonos. Sin pretenderlo fue además el primer editorialista radial, después de haber aceptado la invitación de Rodolfo Tapia Molina (1957) de hacerlo para Radio Informaciones.

Ofelia Morales
En este apretado cuadro resplandece Ofelia Morales, primera en recibir la distinción como mejor maestra de educación primaria en 1964 de manos del presidente René Schick. Escribió para La Noticia, Flecha, La Prensa y El Nuevo Diario. Inquieta, sindicalista, estudió periodismo en la recién fundada Escuela de Periodismo de la Universidad Autónoma de Nicaragua (1960). Jamás claudicó en sus luchas. Otro grande, Ignacio Briones Torres, controversial, bohemio, oscilante, conversador como pocos, dueño de la biblioteca más completa sobre periodismo nacional,  su veteranía y magisterio alcanzó hasta el presente siglo. Jamás dejó de escribir. Nacho fundó el semanario Impacto (1958), supo reivindicar los intereses populares. No solo conocía la historia del periodismo nacional, también recitaba de memoria distintos episodios de nuestra historia sociopolítica. Daba la impresión que ahí había estado. Sin duda existen mucho más hombres y mujeres de prensa .

Entre los pioneros cabe señalar a Enrique E. Gottel, Fabio Carnevalini y Anselmo Fletes Bolaños, asesinado por la marinería estadounidense mientras guardaba prisión; luego vendrían Hernán Robleto, Salvador Buitrago Díaz, Ramón Sáenz Morales, Adán Selva, Pablo Antonio Cuadra, Leonardo Lacayo Ocampo, Manolo Cuadra, Manuel Díaz y Sotelo, José Francisco Borgen, Alex Caldera Escobar, Manuel Pinell, Xavier Chamorro Cardenal, Pedro Rafael Gutiérrez, Ramiro Abaunza Salinas, Horacio Ruiz, Manuel Eugarrios, Francisco Hernández Segura, Buenaventura Selva, Gustavo A. Montalván, Oscar Leonardo Montalván, William Ramírez, José Esteban Quesada, y tantos otros que desde diferentes posiciones político-ideológicas dejaron su impronta en la sociedad nicaragüense. Son hacedores y cronistas de nuestra historia pasada y reciente. Sus registros son indelebles. Continúan siendo referentes inevitables en un país que todavía lucha por una libertad de expresión plena, auténtica, verdadera.
                                                                 
  *Fotografías tomadas de Internet