miércoles, 18 de abril de 2012

Un memorándum desafortunado


Reporte especial

Hay expectación
La circulación de un memorándum dirigido por el Dr. León Núñez, director de El Nuevo Diario, al equipo periodístico de ese medio de comunicación, ha causado revuelo no solo entre sus periodistas, también entre los periodistas de otros medios, sectores políticos y empresariales del país. La razón obedece a los términos en que fue redactado y sus alcances.

Establece prohibiciones
Llama la atención de haber sido concebido como un sistema de prohibiciones; su falta de tacto, el centralismo innecesario que impone y las restricciones taxativas que aplica al sub-director de este medio, Lic. Douglas Carcache, al Jefe de Redacción Lic. Luis Galeano, sus editores y resto del cuerpo de periodistas. Las normativas son de orden administrativo y de política editorial.

Grandes figuras excluidas
Como norma general establece que no deben aparecer en la primera plana del diario, fotografías de connotadas figuras políticas, que van desde el presidente de la república, la poeta Rosario Murillo, los dirigentes Eduardo Montealegre, Arnoldo Alemán, el cardenal Miguel Obando, el presidente del CSE Roberto Rivas, hasta la dirigencia del MRS. Se arroga la potestad de decidir cuándo pueden ser publicadas.

Falta de visión periodística
Todo el contenido del memorándum revela falta de visión y conocimiento periodístico.
Sin explicar los criterios que sirvieron de base para prohibir la publicación en una misma edición de dos fotografías de un mismo político o funcionario público, meterá en problema a los editores, cuyas decisiones se sustentan en la importancia o no de incluir una o más fotografía de una misma persona.

¿Por qué será?
Cuando El Nuevo Diario fue puesto en venta por sus antiguos propietarios, la familia Pellas fue la primera en ofrecer un salvataje para evitar la crisis económica de END. Con posterioridad apareció la familia Ortiz, ofreció más plata y finalmente se quedó con el diario. Por eso llama la atención, haber establecido la prohibición de no publicar nada relacionado con Carlos Pellas, su esposa y representantes.

Interés periodístico
Una fotografía, entrevista o declaración, se publica de acuerdo a su importancia e interés para la ciudadanía. Solo por exceso, extralimitación y capricho de los dueños o directores de un medio de comunicación, se veta a ciertas personas e instituciones. Tratándose de dos grupos económicos poderosos, nos lleva a preguntarnos si la prohibición tiene una connotación político-económica.

Se jerarquiza de acuerdo a la importancia
Las informaciones, declaraciones, entrevistas y fotografías, se publican de acuerdo a criterios periodísticos. Su orden de importancia marca la pauta para cualquier medio de comunicación. Los medios no pueden renunciar a fiscalizar a los distintos poderes, si no a riesgo de perder credibilidad. Ninguna información se publica para congraciarse con los poderes y sacar ventaja.

El balance es otra cosa
La directriz impuesta a los editores de tratar en lo posible de publicar “en la misma página donde aparezca una noticia muy adversa al gobierno, se publique un noticia que le favorezca”, convertiría a END en un medio más interesado en quedar bien con el gobierno que en ejercer su función fiscalizadora. Los medios por respeto a sus lectores y audiencias no deben incurrir en concesiones inútiles.

Medida extrema
Es tanta la falta de tacto y desconocimiento de las normas periodísticas, que únicamente el director de END queda facultado de aprobar la publicación de cualquier entrevista. La lectura de cualquier manual para principiantes hubiese evitado este desaguisado. No es anulando al personal de un medio de comunicación como se logran sus mejores aportes.

Anula al subdirector
Desconozco cómo reaccionará el Lic. Carcache, pero la verdad es que anula casi por completo su intervención en la elaboración del diario. Negarle la facultad de solicitar al Editor de las páginas de Opinión la publicación de una colaboración llegada a sus manos, resulta grosera. Le hace saber “que diga al remitente que dirija su solicitud al director o al editor” de estas páginas.

L´état c´est moi
Desconozco las razones por la cuales el Dr. Núñez conmina al Lic. Carcache “a que ante una gestión por cualquier funcionario diplomático, representantes de ONG, particulares, etc., debe contestar que dicha gestión debe ser dirigida a la Dirección del END”. ¿Un celo excesivo de parte del director o ha notado que el subdirector pretende cogérsele el mandado?

Otra más
Afirmo la anterior porque si el subdirector “recibiere una solicitud de empleo o la petición de aumento de sueldo, deberá hacerle saber al interesado que la gestión debe plantearse ante el Director”. ¿En verdad no les parece un exceso de parte del Dr. Núñez? ¿No creen ustedes que en vez de redactar un memo como este, hubiese sido más respetuoso comunicarle personalmente esta disposición a Carcache?

*Director del Observatorio de Medios-CINCO

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