lunes, 28 de mayo de 2012

¿Regular la nota roja?



En diversas ocasiones hemos planteado la conveniencia que los dueños de los Canales 8 y 10 y los directores de los noticieros Crónica TN8 y Acción 10, cuyo afán de rendir pleitesía a la nota roja es evidente, se auto-regularan para evitar intromisiones innecesarias en los medios por parte de funcionarios de gobierno y otros poderes del Estado. Cuando la autorregulación hace crisis y medios y periodistas mantienen su labor fiscalizadora, los gobernantes sienten la tentación de meter sus narices y normar su trabajo. La propuesta hecha en el seno de la Asamblea Nacional por Omar Cabezas Lacayo, Procurador para los Derechos Humanos, demandando poner fin a las crueldades que cometen los cultores de la nota roja, se hacía eco de una petición muy justa. Crónica TN 8 y Acción 10 no deben continuar violando derechos elementales de los nicaragüenses, sobre todo de los sectores populares, quienes resultan ser los más agraviados.

El espacio en que Cabezas Lacayo demandó regular la nota roja era el sitio menos indicado. Se equivocó de calle al solicitar a los diputados emitir una ley de prensa. Algunos miembros de la clase política y funcionarios cuestionados por las irregularidades en que incurren, han hecho llamados públicos promoviendo la aprobación de una ley de medios. Una vez abierto el debate no sabemos hasta dónde hubiesen llegado los legisladores. En la Asamblea Nacional existen diputados interesados en  poner trabas al ejercicio de la libertad de expresión en Nicaragua. Si se hubiese llegado a plantear la discusión sería como abrir una caja de pandora. Al final de la jornada no sabríamos qué tipo de ley sería aprobada. A estas alturas dueños de medios, periodistas y demás miembros de la sociedad nicaragüense tal vez estarían lamentándose.

Ninguna persona sensata y respetuosa de los derechos humanos puede estar de acuerdo con los abusos que cometen a diario los abanderados de la nota roja. En esto coincidimos plenamente con el procurador Cabezas Lacayo, en lo demás estamos totalmente en desacuerdo. El ejercicio de la libertad de expresión plantea enormes desafíos y uno de los más persistentes y nocivos en Nicaragua, ha sido la práctica reiterada de la nota roja. Los llamados formulados a directores y periodistas de Crónica TN 8 y Acción 10, lejos de apaciguar los ánimos, más bien ha precipitado una competencia feroz entre ambos noticieros. Nunca se han puesto a reparar los daños irreversibles que causan en la salud mental de muchas familias. El 1 de marzo de 2008, fecha en que se celebra en Nicaragua el Día Nacional del Periodista, el Presidente de la República, Comandante Daniel Ortega, hizo una condena explícita a la nota roja.

En armonía con estas recriminaciones, esperábamos que al menos en relación con los noticieros televisivos transmitidos a través de los canales bajo su influencia inmediata, el presidente actuara en consonancia con estos planteamientos. Los señalamientos hechos en esa oportunidad por el Comandante Ortega, continúan teniendo actualidad. Destacó el carácter infamante de la nota roja, acusó a quienes la propiciaban de buscar réditos económicos y lograr un mejor posicionamiento en el dial. Sus ataques iban dirigidos contra Acción 10 y El Noticiero Independiente de cuyas entrañas y 24 Horas, nacería después Crónica TN8. Jamás pensé que estando Canal 8 bajo la dirección general del joven Juan Carlos Ortega, quien ha logrado estructurar una programación altamente competitiva, insista todavía en mantener un noticiero poco respetuoso de la suerte de los más necesitados.

El Nuevo Diario debe cuidarse de evitar iguales despropósitos. El abuso en algunos titulares, haciendo burla de las personas detenidas o que han perecido como consecuencia de actividades delictivas, no deben volver a figurar como parte de su política informativa. ¿Qué aspectos noticiosos añade la publicación de una fotografía donde aparece una persona destripada por un camión, muerta a tiros o que pereció ahogada a las orillas del lago Xolotlán? Ninguna, mera ambición sensacionalista para tratar de incrementar su lectoría. Uno de los aciertos de los Canales 2, 4, 6, 12, 13, 14, 15 y 23, ha sido negarse a abrir espacio a la nota roja. Con esta decisión evidencian que para ganar audiencia no necesitan manchar de sangre las pantallas ni incursionar en los barrios de la periferia habitados por los pobres, para luego venir a refocilarse con sus desgracias, mostrando imágenes donde aparecen riñendo por desavenencias familiares o parejas disputándose un hombre. Sin misericordia hacen escarnio del escarnio.

Para evitar que los medios continuasen su danza necrófila, los legisladores incluyeron en el Código Penal (Ley 641) el Artículo 205, que literalmente reza. “Difusión no autorizada de imágenes de un difunto. "Quien difundiere, por cualquier medio, imágenes de un difunto sin la autorización de su cónyuge, padre, madre, hijos e hijas, o hermanos y hermanas, con interés malsano que incremente el dolor generado por su muerte, será sancionado con pena de cien a trescientos días multa.”  ¿Cuáles creen que fueron los motivos que indujeron a los creadores de la Ley 641 a incluir una disposición de esta naturaleza? Lo hicieron con el fin de atajar el apetito insano de los impulsores de la nota roja. Los directores, editores y periodistas de estos desafueros, pasan por alto esta prescripción. Ellos que gustan tanto repetir que nadie puede alegar ignorancia de la ley, deberían respetar este mandato jurídico. Cabezas Lacayo empezó a pedirles cuentas.

¿Cómo evitar los atropellos constantes contra la dignidad humana causados por la nota roja? ¿Cuál es la lectura que han hecho los dueños de medios sobre la propuesta realizada por el procurador Cabezas Lacayo? ¿En verdad no existía la posibilidad que algunos legisladores, una vez abierto el debate, no se sintieran tentados de aprovechar la oportunidad para frenar a los medios? ¿Acaso olvidan que cuando la Corte Suprema de Justicia presentó el anteproyecto de la Ley Integral de Protección a la Mujer, intentó incluir un inciso que sancionaba a los caricaturistas por “violencia mediática”? ¿A qué se debe que las organizaciones protectoras de derechos humanos, se interesen muy poco en analizar y enjuiciar a los Canales 8 y 10, con la intención que comprendan que su apuesta informativa humilla a los pobres? La nota roja presentada por Crónica TN 8 y Acción 10, tiene sesgo clasista. Debido a su carácter denigrante, ¡no tienen razón de ser!              

2 comentarios:

  1. Plenamente de acuerdo con el colega Rothschuh, la ética de la prensa, para la prensa, no para los políticos. Los observatorios ciudadanos de medios también podemos jugar un papel importante, me parece, al someter a la discusión pública comportamientos perjudiciales de los medios, pero por medio de la investigación. Comenzar a documentar estos efectos psicológicos perjudiciales adquiere relevancia tremenda con este clima de violencia que nos agobia a los centroamericanos.
    Evelyn Blanck

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  2. También estoy de acuerdo con el profesor Rothschuh, la ètica periodística juega un papel importante en los procesos de comunciación, y es obligación tanto del medio como del periodista, mantener vigente su resposabilidad social, y la nota roja deconstruye la labor periodística, no aporta nada bueno, hay maneras de informar diferentes, y no se están preocupando por la desgracia ajena, no están aportando nada para el bienestar social de los receptores, hay mucho más que decir con respeto a este tema.... les comparto una nota de mi blog, en contra de la nota roja: http://ileanablandon.blogspot.com/#!/2012/05/el-sindrome-de-la-nota-roja.html

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